Siete maneras de luchar contra el bullying

 In Basta de Violencia, Novedades

De acuerdo con la definición consensuada entre la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la ONG Internacional Bullying Sin Fronteras, el bullying o acoso escolar es toda intimidación o agresión física, psicológica o sexual contra una persona en edad escolar en forma reiterada de manera tal que causa daño, temor y/o tristeza en la víctima o en un grupo de víctimas.

Según varios estudios realizados en los últimos tiempos, existen varios datos que debemos tener en cuenta:

  • El acoso escolar se está dando cada vez más en edades tempranas.
  • Un 3 % de niños, niñas y adolescentes tuvieron pensamientos suicidas el año pasado.
  • Uno de cada tres estudiantes fueron víctimas de acoso escolar en 2019, según datos que se desprenden del último informe publicado por la UNESCO.
  • En España, según el último estudio elaborado por Macmillan Education, uno de cada diez estudiantes reconoció haber sido víctima de bullying durante el año 2020 en más de dos ocasiones al mes.
  • Los suicidios en menores se duplicaron en 2020 (61 niños, niñas y adolescentes se suicidaron).
  • En nuestro país lo sufren siete de cada diez niños en edad escolar, pero, si hablamos a nivel mundial, este problema mata cada año a 200.000 menores y jóvenes en todo el mundo.

Por todo ello, es muy importante la educación y los valores que se siembren desde la familia, el hogar y el núcleo más cercano a los niños y niñas.

Valores esenciales a potenciar en el día a día

  • El respeto: enseñarles a respetar, respetándoles. Debemos acompañarles en sus decisiones, escucharles, validar sus emociones y dar lugar a que opinen diferente a nosotros sin increparles ni rechazar ideas contrarias a las nuestras. Es fundamental que les tratemos con respeto, que les hablemos adecuadamente, que empleemos un lenguaje verbal y corporal de afecto y cariño.
  • La empatía: aprender a ponerse en la piel de los demás. Ofrecerles herramientas para que comprendan cómo se sienten los demás, qué pueden hacer ellos para ayudar a alguien, qué está o no está bien, cuál es su papel ante ciertas situaciones aunque sean ajenas a ellos…
  • La inteligencia emocional: es fundamental abordar el desarrollo emocional desde el nacimiento. Hablar de las emociones, de lo que sentimos, de lo que nos hacen sentir los demás, de la emoción, la rabia, la tristeza, la envidia, los celos, la frustración…; a veces hay ciertas emociones que nos generan rechazo y no las compartimos, por miedo o temor, porque nos sentimos incómodos… pero hay que tratar de adquirir herramientas para saber acompañarlas, validarlas y comprenderlas.
  • Aprender a poner límites: educar no es sencillo y en la dura tarea de criar, a veces, podemos sentirnos agotados. Pero es necesario establecer unos límites claros, con firmeza y amor. Es decir, seremos firmes en la norma, pero se la trasmitiremos con afecto y amor.
  • Dialogar: aprender a tener conversaciones diarias, escuchar a nuestros hijos e hijas, con calma, dedicándoles tiempo, conociéndoles, sabiendo qué piensan, qué hacen, qué les gusta, qué buscan, cómo se sienten… Es fundamental tener situaciones de conversación diaria, donde contarnos, escucharnos y conocernos.
  • Confianza: gracias al diálogo, al hecho de compartir nuestras emociones, nuestros tiempos de juego o de hobbies, establecemos vínculos de confianza donde poder contarnos cosas que nos preocupan, donde tener la necesidad de compartir sin miedo o temor a ser rechazados, donde sentir que existe el amor incondicional a pesar de no ser perfectos o no cumplir con lo establecido.
  • Amor incondicional: es fundamental que sientan y sepan que les queremos tal y como son. Que potenciemos su autoestima desde pequeños, dándoles alas para que hagan por sí mismos todo lo que puedan, que sean independientes, tengan pensamiento crítico, se atrevan, tomen decisiones…

Por todo ello, es fundamental que seamos conscientes de que el bullying está ahí, cerca de todos, porque si siete de cada diez niñas y niños lo sufren en nuestro país, la estadística nos dice que tomemos las riendas y comencemos a generar un cambio.

Educar es fundamental, pero sobre todo debemos abrir los ojos, dialogar sobre ello y ofrecer herramientas al alcance de todos. Un buen recurso pueden ser los cuentos y los libros, que nos hacen meternos en la piel de los personajes y poder dialogar sobre temas que igual antes no habíamos abordado en familia.

 

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